La soledad de las multitudes

 Amo la soledad de las

multitudes.


Estar en el bullicio de la masa,

con gente desconocida y que

es muy poco probable que 

conozca.


Formar parte del gran rebaño

disperso,

sin rumbo definido

ni más pertenencia que la

condición humana.


Gente que, al estar como yo,

sumida en la soledad de las 

multitudes, 

es indiferente a mí así como 

yo lo soy hacia los demás.


Simplemente soy una pizca de

arena

y no importa si el mar me atrae o

me deja en la costa.


Mientras, me escabullo entre almas 

y seres, 

entre espíritus 

y demonios,

a mis anchas entre el desinterés 

de la masa. 


Y dejo que esta me impregne

de sus múltiples formas,

para así poder ser

en un lugar donde no existo.

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