Límites
En medio de una nada abrasante, en medio de un vacío en el que SÓLO se encuentra mi aura. Encerrado en la infinidad de los límites, esos límites que no existen pero que duelen, que atrofian, que desgarran, que abrasan. Ensimismado en ese negro (¿o blanco?) invisible que evita que siga a mi paso, aunque camine cien kilómetros. Pues no hay trayecto si no hay límites, y no hay vacío que los tenga.